dimarts, de febrer 14, 2023

La conducció d'aigua de la font de la Parra a Carcaixent

L’any 1779 l’Ajuntament de Carcaixent va encarregar els treballs de reparació i manteniment de la canalització d’aigua de la font de Parra a Carcaixent al regidor, Vicent Lloret Bonastre, i al diputat del comú, Pasqual Vernich Amador.
Participaren els millors mestre d’obres de l’època: Josep Martínez Carpena, Bernat Martínez Tomàs, Domingo Úbeda Calatayud, Francisco Vives, així com els mestres fusters: Josep Sanchis, Vicent Sanchis, Vicent Bolinches Martínez, etc.
Sembla que algú es va quedar sense cobrar alguna cosa i pleit al canto.
El dia que alcen el carrer Julián Ribera vorem que ix…
Fogués Juan, F. (2000). Historia de Carcagente. Compendio geográfico-histórico de esta Ciudad. Ajuntament de Carcaixent, facsímil. Reproducció de l’edició de l’Imprenta Baldomero Cuenca (1934-1936)
«Aguas potables. Hasta el año 1619, los vecinos de Carcagente se surtieron de agua para el servicio doméstico de los pozos caseros, del río y de las fuentes que existen junto al molino del Empedrat y als «Anouers» de Santa Bárbara. Pero en el dicho año un Jurado, llamado don Martín Talens, emprendió la obra, después de aprobada en Consejo general, de traer el agua de la fuente de la Parra hasta la villa por medio de tubería de barro.
Esta fuente nace al pié de un monte distante dos horas de la población, y para aumentar su caudal se abrió un túnel en la roca de 82 metros. Se hicieron ocho acueductos para el paso de los barrancos, se tendió la cañería en este largo trayecto, y al cabo de diez años las aguas de la fuente pudieron llegar ya a la ermita de San Antonio. Las obras costaron 75000 pesetas y en la población no había más que 600 vecinos.
Para que las aguas llegaran transparentes a la villa se fabricaron grandes filtros, y todos los años el Clavario de Murs y Valls que entendía en todo lo que hacía relación a aguas, mandaba pasar una cuerda (la sirga) por la tubería para su limpieza. Para realizar este trabajo habían pocitos de trayecto en trayecto y se marcaba su situación por medio de azulejos en las fachadas, azulejos que aun se conservan en algunas casas de la calle de Blasco Ibáñez y que denotan la distancia de la pared en que tales pozos estaban emplazados. El albañil que se encargaba de hacer la limpieza de la tubería dos veces al año cobraba por su trabajo 24 libras.
La tubería llegaba hasta la plaza mayor y por un pilón con varios caños se daba salida al agua para que se abastecieran de la misma los vecinos. Dicho pilón fue sustituido en 1867 por la fuente actual, per no con el remate que hoy tiene, sino con el que existe actualmente en la plaza de Castelar. Tenía este un surtidor que sustentaba en la mano la figura que lo corona y por las cariátides situadas en cada uno de sus lados derramábanse sendos chorros de agua. Surtidor y chorros hallábanse siempre abiertos, por lo que más tarde, al pensar distribuir el agua a domicilio por medio de cañerías, se sustituyeron por el remate actual de hierro en el que había un niño del mismo metal, sosteniendo un cesto de frutos sobre la cabeza.
Los acueductos que fueron construidos en 1672, lo mismo que los filtros, por el maestro José Chelvi, en sustitución de los pasos de madera, sufrieron grandes desperfectos en la inundación de 1864 y hubieron de repararse prontamente, pues la población llegó a quedarse sin agua.
Además, en el trayecto que seguía la cañería, desde el nacimiento de la fuente hasta la entrada de la población, había varios surtidores (piletes) de los que los labradores solían tomar agua para sí y sus caballerías.
En el año 1890 se sustituyó la cañería de barro por otra de plancha alquitranada; en 1915 se construyó en el barrio de San Antonio un pozo abisinio con su correspondiente depósito por no bastar el agua de la fuente, ya que con frecuencia había de completarse la dotación de agua con a suministrada por el pozo de don Vicente Talens del huerto llamado del «Corralet», y en el año siguiente, se concedió la explotación del agua potable por 25 años a la compañía Borrás y Bolinches.
En 1912, finalmente, se verificó el tendido de una nueva cañería de aguas potables procedentes de Alcira por la empresa Omnium Ibericum.»
ARV. Escrivanies de Cambra, año 1790, Exp. 74. Procés de Josep Martínez contra Pasqual Vernich sobre pagament de quantitat
«Lorenzo Carreres Escrivano publico del Rey Nuestro Señor, del Ayuntamiento de la villa de Carcagente y de la misma vecino =
Doy fee y testimonio: Como los señores justicia, y Ayuntamiento de dicha villa en el dia veinte y cinco de Enero del año mil settecientos setenta y nueve, nombraron en comisarios para el cuydado y concervacion de la Fuente de la Parra de la misma a los señores Vicente Lloret Regidor y Pasqual Vernich Diputado del Comun, segun assi consta y es de ver por la resolucion que se halla incorporada en el libro del referido año a que me remito.
Y para que assi conste de orden de los señores justicia, Ayuntamiento y Junta de Propios de esta villa de Carcagente, doy el precente que signo y firmo.
En ella, a los veinte de setiembre de mil settecientos y ochenta y ocho años.
Lorenzo Carreres»
«Muy Ylte. Señor = Pasqual Vernich otro de los Diputados del Comun de esta villa de Carcagente a V.S. con el devido respeto hace precente que en los años mil setecientos setenta y nueve, ochenta, ochenta y uno, ochenta y dos, y hasta el dia veinte y tres o veinte y quatro de Agosto de ochenta y tres obtuve el empleo de comisario por nombramiento especial de este Ayuntamiento el que consta en las mesmas cuentas generales remitidas a esta Contaduría, para el cuidado de la conduccion, remiendos y reparos de la Fuente de la Parra de esta villa, que encañada viene una legua hasta la Plaza Mayor, en cuyos quatro años y siete meses he procurado desempeñar mi obligacion, a la mayor satisfaccion de este comun y como es publico y notorio, procurando acudir donde havia que travajar continuamente, gastando en los dichos quatro años y siete meses lo menos trescientas dias, no solamente a precensiar y cuidar de los travajadores, sinó que quando se travajava fuera de la villa, travajava tanto como un jornalero a mas que he procurado mercar en junto, y por arrobas todos los pertrechos necesarios para dichas haciendas beneficiando con esto los propios lo menos en diez libras cada año, gastando en dichos quatro años, y siete meses la cantidad de quatro cientas setenta y una libras tres sueldos y onse dineros, como consta, por el gasto diario, que precentado tengo ya muchos años, y existe en la Sala Capitular, cuya cantidad que expendida tengo en beneficio de este comun, toda via no he podido acabar de recobrar hasta este dia, [...]»



Font: pont de l'Arcada